Esta sala dedicada a la muerte en la Cultura de El Argar (2200-1500 a.C.) , reúne diferentes tipos de sepulturas realizadas en cista (caja formada por lajas de piedra), urna (recipientes de cerámica) y doble urna procedentes de las excavaciones en la calle Zapatería (Lorca) y del poblado de Los Cipreses (Lorca). En estos enterramientos se introducía el cadáver flexionado.
Las tinajas de cerámica expuestas fueron empleadas como urnas funerarias, cuya boca solía estar cerrada con una tapadera de piedra o de cerámica. En la ciudad de Lorca es muy común el empleo de dos vasijas cerámicas afrontadas por su boca, la de mayor tamaño para contener el cadáver flexionado y la más pequeña como tapadera. Junto a los tipos de enterramiento anteriormente referidos se muestra un cenotafio, sepultura en urna sin huesos humanos procedente de la calle Zapatería (Lorca).
La creencia en una vida posterior a la muerte hizo que los argáricos introdujeran en las tumbas objetos personales, vasijas cerámicas y comida. Los ajuares hallados en las sepulturas de Lorca y de Los Cipreses permiten aproximarnos a estos ritos funerarios.
Las diferentes vitrinas muestran los ajuares de las sepulturas de hombres, mujeres y niños. El ajuar más destacado pertenece a un hombre de más de 50 años al que le introducen en la tumba diversos objetos (yunques de piedra, afilador, losa de piedra para triturar el metal, diversas armas) que parecen indicar que practicó la metalurgia del cobre.